En el ámbito de la atención, se ha habilitado un espacio para cada tipo de cuidado y necesidad, con las particularidades para tratar cada patología con la mejor eficiencia. Organizativamente se han unificado las admisiones de urgencias con las de los pacientes de ingreso programado para aumentar la eficiencia durante momentos de mucha demanda. También las salas de espera se han reorganizado, desdoblándolas para separar a pacientes que esperan a pasar por la enfermera de traje de quienes ya se han sometido a las pruebas necesarias y esperan sus resultados. Este nuevo sistema, junto a la instalación de pantallas informativas que avisan a pacientes y familiares con un código alfanumérico, ayudan a preservar la confidencialidad.
Desde el punto de vista estético, la intervención ha servido para implantar un diseño moderno y funcional, en línea con las tendencias actuales. Se trata de la nueva imagen del Hospital de Barcelona, que sigue el estilo de las reformas llevadas a cabo en los últimos años en la planta materno-infantil, el Servicio de Oncología, el bloque quirúrgico, exploraciones y esterilización, entre otros.