Si bien son conocidos por la función de atención a la salud de las personas, los edificios hospitalarios esconden una excepcional complejidad desde el punto de vista técnico. Los condicionantes tecnológicos, energéticos e higiénicos son muchos, de ahí la importancia del Servicio de Ingeniería y Mantenimiento. Explíquenos, brevemente, en qué consiste su día a día y las peculiaridades de los edificios sanitarios.
Nuestro trabajo consiste en pensar y diseñar todos los mecanismos y sistemas que garanticen el control sobre las instalaciones, equipos e infraestructuras del hospital. Es nuestra responsabilidad velar por que lo que no se ve esté limpio y bien mantenido, hacer las inspecciones necesarias para evitar averías y, si las hay, actuar para solucionarlas. Continuamente pensamos cómo mejorar los procedimientos y las instalaciones basándonos en auditorías e inspecciones. Aprendemos de los fallos y los “no conformes” para buscar sistemas que eviten su repetición y proporcionen un plan de contingencia.
También dedicamos muchos esfuerzos a ser más eficientes: queremos hacer más trabajo con los mismos recursos, incrementar la calidad y mejorar los tiempos de respuesta. Todo esto, dando el mejor servicio con un trato cordial, colaborador y respetuoso. La preocupación por la eficiencia en procesos también se aplica en las infraestructuras: queremos un edificio más confortable y, a su vez, energéticamente más eficiente. Por eso, gestionamos las inversiones y obras para diseñar y transformar los espacios haciéndolos más funcionales, eficientes, asépticos y agradables, ajustando los costes y minimizando el impacto con el resto de actividades.
Dos particularidades hacen especiales los edificios sanitarios. En primer lugar, deben garantizar la asepsia y seguridad de los pacientes, y para ello existen sistemas especiales de control del aire, se diseñan espacios y circuitos restringidos, se piensan los materiales más fáciles de limpiar y que son inertes, existen sistemas eléctricos especiales para evitar incidentes con los equipos médicos que actúan sobre el paciente, etc. En segundo lugar, los edificios sanitarios se diseñan para que puedan tener cierta autonomía, esto hace que los hospitales deban tener sistemas para generar electricidad en caso de fallo de suministro de compañía eléctrica o depósitos muy grandes para acumular agua o gas medicinal si existe un corte. También se piensan las instalaciones y equipos críticos con la intención de duplicarlos y que puedan hacer frente a averías o mantenimientos con la menor afectación posible a la actividad asistencial.
La biohabitabilidad es una tendencia actual que quiere poner en valor el impacto de los espacios (entorno, ambiente...) en las personas y, en el caso concreto del ámbito sanitario, en la recuperación del paciente. Incluso se habla de “edificios que curan”. ¿Cuáles son sus principios y cómo están afectando a la planificación de mejoras en los centros hospitalarios?
La biohabitabilidad se basa en garantizar que los espacios que habitamos son sanos para los usuarios. En este sentido, vela por que el aire y el ambiente sean sanos (sin altas concentraciones de CO2, buena temperatura y humedad, silencio...) y se preocupa por que las instalaciones o los materiales empleados no generen emisiones ni radiaciones que puedan afectar a los usuarios. Además, combina todo esto con el efecto que produce tener luz natural. Tiene mucha relación con la neuroarquitectura, con la que comparte principios pero que añade aspectos de diseño arquitectónico como el uso de materiales orgánicos y vegetales o el dimensionamiento de los espacios con el objetivo de influir en el estado emocional de las personas para que se encuentren más confortables y las haga más productivas o creativas. En definitiva, pretende con el diseño de espacios influir en el estado anímico y emocional.
Estas tendencias deben ayudarnos a que los espacios que creamos sean saludables, menos agresivos para los usuarios que se encuentran en una situación vulnerable y que emocionalmente nos den sensación de comodidad, tranquilidad y seguridad. Todo esto hará que la experiencia en el hospital sea más agradable y favorezca la recuperación y la salud mental.
La sanidad privada, como siempre ha ocurrido, marcará la evolución arquitectónica de los hospitales en el futuro. Desde el punto de vista de arquitectura, ¿en qué situación se encuentra el Hospital de Barcelona de hoy (cuáles son las actuaciones más recientes y destacadas) y cómo será el de los próximos años?
El Hospital de Barcelona está en un proceso de renovación arquitectónica. Tenemos un hospital que, aunque está muy bien mantenido, necesita adaptaciones para estar al día. Debemos realizar una transición para adecuar el edificio a las nuevas tecnologías, requerimientos asistenciales y tendencias. También es importante renovar la imagen del centro para mantener el alto nivel estético que hemos tenido durante 30 años y que debe seguir las nuevas tendencias.
Recientemente, se han renovado diversas áreas, entre las que se encuentran gran parte del Servicio de Urgencias, incluido el SUD, y las zonas de control y soporte de la UCI. Este invierno hemos finalizado la reforma de los espacios dedicados a las consultas de CAIVAS, CLIO, CERI y CLIGUR. Como proyectos actuales y futuros, renovamos el laboratorio, la sala de hemodinamia y las escaleras principales de dos plantas. A medio plazo, mantendremos esta línea de actuaciones, siempre teniendo presente que el objetivo final es hacer estos espacios más funcionales, agradables, flexibles y eficientes.
Como en muchos aspectos de la vida actual, el desarrollo de las TIC condiciona los proyectos en curso y también los que son a medio y largo plazo. En el caso de los centros sanitarios, ¿cómo les afecta?
Hoy en día todo lo que nos rodea está cada vez más influido por las TIC, son una herramienta fundamental para desarrollar cualquier proyecto. Las tendencias actuales conectan cualquier equipo a internet para permitir la interacción (comunicación, control...), y esto en el entorno sanitario es aún más habitual. Estamos presenciando un cambio increíble de nuestro entorno que hará que tecnologías como la realidad virtual, la robótica, la impresión 3D, el Internet of Things (IoT) y otros avances innovadores se acaben implantando y haciendo el trabajo asistencial más preciso, productivo, menos invasivo y seguro. Este cambio en el mundo asistencial también se traslada al entorno técnico, porque debemos facilitar esta transición tecnológica asistencial adaptando las infraestructuras (sensores, red wifi, equipamientos...) que darán apoyo a los equipos médicos y acompañando a los profesionales asistenciales en la implantación de estas tecnologías innovadoras.
Desde su primera edición, el Hospital de Barcelona participa en el Simposio Arquitectura y Salud, impulsado por la Asociación Catalana de Entidades de la Salud (ACES). ¿Cómo valora las sesiones que se han desarrollado? ¿Considera que la promoción del conocimiento, el debate y el intercambio de opiniones comienzan a dar resultados en nuestro entorno?
Ya hace mucho tiempo que se realizan este tipo de sesiones y jornadas. En especial, el simposio de arquitectura de ACES está muy enfocado a nuestra actividad, aportándonos mucho valor. En nuestro entorno son muy importantes estos foros, puesto que nos ayudan a tener más conocimientos y, sobre todo, a tener una red de contactos dentro del sector de la ingeniería hospitalaria que nos facilita solucionar problemas, comparar resultados, pedir asesoramiento... Por otro lado, estos espacios donde se incentiva el debate nos permiten tomar otros criterios y plantearnos si nuestra forma de hacer las cosas es la más idónea. Tener espíritu crítico es básico en el proceso de mejora.